Para que habite Cristo por la fe en vuestros corazones (17a). ¿Acaso Cristo no moraba ya en el interior de aquellos hermanos? Entonces, ¿qué significa esta frase? Si comparamos 1:13 y 2:20–22 con este texto, encontramos que una cosa es que Cristo viva en nosotros y otra distinta es que gobierne nuestro ser. La oración no era para que Cristo “volviera” a sus corazones, sino para que ellos tuvieran el “hombre interior” totalmente gobernado por él. Como ya hemos mencionado en 2:22, “habitar” es hacer
Page 144